Estimulación cognitiva ¿Qué es y para qué sirve?

La estimulación cognitiva es un conjunto de prácticas que nos ayudan a mantener nuestro cerebro activo.
En ella podemos encontrar un conjunto de ejercicios y actividades que trabajan diferentes funciones cognitivas, como la memoria, la atención, gnosias, viso espaciales, orientación y funciones ejecutivas, que ayudan con este objetivo.
Ya que la perspectiva es que vivamos más años, una recomendación válida es que esos años se vivan en un buen estado de salud, tanto física y mental.
Sabemos que el ejercicio físico es imprescindible para mantener nuestro cuerpo saludable; pero lo mismo pasa con la estimulación cognitiva para mantener la mente activa.
Con la estimulación cognitiva no solo buscas enlentecer los procesos de deterioro, también se persigue mejorar la calidad de vida de quienes lo practican, como su autonomía. Si trabajamos con juegos grupales, evitar la desconexión con el entorno y renovar nuestra autoestima.
Nuestro cerebro, un órgano fascinante
El cerebro es uno de los órganos más complejos e importantes de nuestro organismo.
Lo es, porque está involucrado en todas las funciones y tareas que realizamos en nuestra vida diaria.
Su participación activa, nos posibilita llevar a cabo proceso complejos como pensar, hablar, razonar, aprender, memorizar, hasta los más básicos como respirar, parpadear, sonreír, llorar, entro otros.
Lo anterior lo consigue gracias a la interacción de miles de millones de células nerviosas (llamadas neuronas) que cumplen un rol activo en estos procesos.
Pero, ¿cómo lo hacen?
Para que las neuronas puedan recibir y transmitir sus mensajes, precisan comunicarse entre sí. A la comunicación entre dos neuronas la conocemos como sinapsis.
Cuando recibimos un estímulo, la información viaja de neurona en neurona hasta llegar a nuestro cerebro. Desde ahí se decidirá, por una parte, qué respuesta es la más adecuada y, por otra, que instrucciones será enviadas de regreso.
Por ejemplo, si nos subimos a una bicicleta e intentamos andar en ella, será enviados los estímulos a nuestro cerebro, el cual responderá enviando ordene para que los piernas provoquen el pedaleo necesario, lo cual nos dará el movimiento y el equilibrio.
Las rutas por las cuales se trasladan estas comunicaciones neuronales, se les conoce como circuitos neuronales. El buen funcionamiento es esencial para realizar todas las acciones del cerebro. Y existen circuitos relacionados con el aprendizaje, emociones, movimiento, la memoria, entre muchos más.
Sin embargo, estas redes neuronales no son permanentes.
El cerebro tiene la capacidad para reorganizarlas a lo largo de nuestra vida, generando nuevas redes neuronales en función de las nuevas experiencias o aprendizajes adquiridos. Esto es lo que se conoce como plasticidad cerebral.

Plasticidad cerebral
La plasticidad cerebral es la capacidad que tiene nuestro cerebro para modificarse con el aprendizaje.
Por ejemplo, cuando aprendemos un nuevo idioma o a tocar un instrumento las formamos. También, en algo tan práctico como, aprender nuevas rutas para ir al trabajo o el colegio, si nos cambiamos de casa,
Esta cualidad le permite cambiar, transformar y adaptar su funcionamiento, según sus necesidades, frente a diferentes situaciones que se le presentan.
A lo largo de nuestro proceso de desarrollo (niño, joven, adulto, anciano) podemos siempre mejorar nuestro rendimiento intelectual. No importa la edad, siempre podemos mejorar su rendimiento.
Mediante diferentes actividades, ejercicios y tareas, que nos estimulen cognitivamente, no solo produciremos nuevas conexiones neuronales, sino también optimizamos el uso de las redes neuronales existentes.
Para qué sirve la estimulación cognitiva
La estimulación cognitiva apunta a mantener nuestro cerebro activo y flexible frente a los cambios que sufren algunas de sus funciones cognitivas a lo largo de nuestra vida y especialmente durante la etapa del envejecimiento.
Con el avance de la edad algunos sentidos se debilitan. Esto lo podemos observar, por ejemplo, con la vista, nuestra capacidad auditiva, la motricidad fina, la rapidez aprender y responder, las dificultades con poner atención y la memoria.
Participar en un taller o llevar a cabo un programa de estimulación cognitiva, no solo nos ayudara a mantener o aumentar el rendimiento de nuestro cerebro, sino también a compensar las fallas normales producto de la edad.
Desarrollar estrategias, mediante una ejercitación regular, posibilitara disminuir la velocidad o ritmo de este deterioro, lo cual promoverá una mejor calidad de vida. En el caso del adulto mayor, fomenta un desempeño autónomo y funcional
Mantener entrenadas funciones cognitivas como la atención, la memoria, viso espaciales, el razonamiento, las gnosias, entre otras, impactara positivamente en nuestras vidas.
¿Con quienes los podemos utilizar?
Niños, jóvenes, adultos y personas mayores sanas, sin síntomas de deterioro
En este primer caso hablaríamos de la recomendación de realizar estimulación cognitiva a modo de prevención y como una forma de mantener un estilo de vida saludable a partir de cierta edad, incluyendo el ejercicio de la mente.
Es una forma de fomentar que adultos a partir de los 55-60 años se mantengan activos, realicen actividades pautadas por profesionales y así eviten, en la medida de lo posible, alcanzar estados más avanzados de deterioro.
Personas con deterioro cognitivo leve o moderado
Se ha probado en varios estudios científicos que la estimulación cognitiva en personas mayores con deterioro leve contribuye al mantenimiento de las funciones cognitivas.
Se puede conseguir una rehabilitación en las funciones dañadas, además de evitar un mayor declive.
Funciones cognitivas
Memoria
La memoria es la capacidad que tenemos para guardar conocimientos e informaciones. También, para rescatarla, en forma ordenada, cuando la necesitemos. Por tanto, cumple fundamental en nuestro desempeño intelectual.
Nuestra memoria almacena informaciones, datos, reflexiones, acciones y sucesos que protagonizamos. Por ejemplo, caminar, pensar, escuchar, conversar, son acciones básicas y complejas que podemos reunir.
La memoria, según lo indican las investigaciones, la podemos clasificar:
- Memoria sensitiva o sensorial
- Memoria de largo plazo
- Memoria a corto plazo
Memoria sensorial
La memoria sensorial guarda, por un corto periodo, la información que nos llega a través de los cinco sentidos. Esto, nos permite conocer y comprender la realidad que nos rodea y por la cual nos movemos.
La memoria sensorial la podemos dividir según el sentido que le entrega información:
- Memoria visual: almacena las imágenes, lo registrado por medio de la vista.
- Memoria auditiva: almacena los ruidos y sonidos, lo registrado por medio de la audición.
- Memoria táctil: percibidas por medio del tacto o la piel.
- Memoria olfativa: almacena los olores, lo registrado por medio del olfato.
- Memoria gustativa: almacena los sabores, lo registrado por medio del gusto.
Memoria corto plazo
A través de la memoria de corto plazo, tenemos la posibilidad de manejar la información del momento.
Por ejemplo, si estamos conversando o jugando, nos permite recordar información fundamental para continuar con la interacción.
La memoria a corto plazo nos permite retener información por periodos cortos de tiempo cortos.
Dentro del funcionamiento de la memoria a corto plazo operan:
- La memoria perceptiva o sensorial
- La memoria operativa o de trabajo.
Memoria largo plazo
La memoria a largo plazo es la gran base de datos que tenemos dentro de nuestro cerebro. En ella guardamos todo aquellos conocimientos que no son significativos como estrategias, conceptos, reflexiones, imágenes, etc
Gracias a su funcionamiento, podemos recordar información que recibimos después de un intervalo tiempo amplio.
La memoria a largo plazo la podemos dividir en dos grandes grupos:
1) La memoria explícita o memoria declarativa: ella hace referencia a todos aquellos recuerdos que pueden ser evocados de forma consciente, como hechos o eventos específicos y los podemos dividir en dos:
- Memoria episódica: relacionada con el recuerdo, en espacio y tiempo, de sucesos y hechos que hemos vivido.
- Memoria semántica : relacionada con nuestra capacidad de pensar de manera abstracta, lo cual nos permite manejar el vocabulario, dar significado a los objetos que nos rodean y trabajar con el conocimiento en general.
2.- La memoria implícita o procedimental: es aquella que proviene del aprendizaje a través de una experiencia, los cuales realizamos sin necesidad de pensar detenidamente en cada movimiento que exige. Un ejemplo, aprender andar en bicicleta. Una vez que lo logramos, andaremos en ella, llevando a cabo todos los movimientos en forma automática.
Juegos para ejercitar la memoria





Atención
La atención es un proceso fundamental. No solo cumple con ayudarnos a procesar para la información procedente de nuestros sentidos, también nos permite observar y estar alerta sobre lo que sucede en nuestro entorno.
Sin ella no podríamos aprender, como tener un aprendizaje correcto.
Imagínate cuando estás leyendo, viendo una película, en una conferencia, en tu trabajo. Te enfocas en poner atención, apartando los ruidos y cualquier distractor que nos rodee en ese momento.
La atención nos permite no tenerlos no tenerlos en cuenta y centrarnos en lo realmente importante.
La atención es una de las funciones más complejas que realiza el cerebro. Juega un rol importante para el desempeño de la mayoría de las actividades cotidianas. Nos posibilita discriminar y filtrar los diferentes estímulos que recibimos en cada momento, procesando solo la información que es relevante para nosotros.
Problemas en ella, repercuten en otras funciones como la memoria, funciones ejecutivas y el lenguaje.
La atención la podemos dividir en:
- Atención sostenida: permite realizar tareas durante un tiempo prolongado
- Atención Selectiva: dirigir la atención y centrarla en algo, evitando que otros estímulos la interrumpan
- de cambiar el foco de atención de una tarea a otra en forma fluida (atención alternante)
- el ritmo al que se realizan las tareas (velocidad de procesamiento)
Atención sostenida
La atención sostenida es nuestra capacidad de conservar nuestra atención en una determinada actividad durante un periodo prolongado de tiempo ( que es lo que dura la tarea), sin cometer equivocaciones.
Con ella resistimos las distracciones que se nos presentan al realizarla. Evitamos esas distracciones que acechan constantemente y nos distraen, impidiendo que cumplamos con los objetivos que nos proponemos.
Por tanto, esta habilidad cognitiva resulta fundamental para muchas tareas y actividades de la vida diaria, porque sin ella es difícil procesar la información. Su deterioro nos dificulta mantener una conversación y retener detalles. Finalmente, nos lleva a pasar de una actividad a otra sin terminar ninguna.
Algunos ejemplos donde la encontramos son:
- En una conversación.
- En la lectura de un libro.
- Al ver una película.
- Al conducir un auto.
- Andar en bicicleta.
- Al trabajar.
- Al jugar un juego de mesa, un video juego.
- En la mayoría de las actividades de la vida diaria como son cocinar, hacer aseo, ir a comprar, etc
- Cuando asistimos a una conferencia.
- Durante las clases en el colegio o la universidad.
Es decir, cada vez que enfrentemos una tarea que involucre un estado de vigilancia por parte de nosotros hacia ella, usaremos nuestra atención sostenida.
Atención selectiva
Es la capacidad de dirigir nuestra atención hacia un objetivo en concreto, ignorando a los demás.
Por ejemplo, vamos a un concierto y quedamos en juntarnos con unos amigos antes de ingresar. Al llegar, nos encontramos con que hay mucha gente. Entonces, tendremos que buscarlos entre la multitud. Esta tarea requerirá de atención selectiva, por lo que centras tu atención en los nuestros amigos y encontrarlos.
Esta atención nos permite filtrar la información, dejar pasar la consideremos relevante.
Atención Alternante
A diferencia de las dos anteriores, la atención alternante, permite atender a más de una actividad o tarea a la vez.
Un buen ejemplo es cuando, en clases, tomamos apuntes y escuchamos al profesor al mismo tiempo.
Velocidad de procesamiento
Para explicarlo fácilmente, es el tiempo que nos lleva, a cualquiera de nosotros, hacer una tarea mental.
Esta velocidad implica, como cada uno de nosotros, asimila y responde frente a la información que recibimos visual o auditivamente.
Es importante destacar, que tener una velocidad de procesamiento lenta, no significa que uno sea menos inteligente. Solo que necesitamos más tiempo para ejecutar las tareas.
Esta influirá en funciones ejecutivas, ya que nos demoraremos en, por ejemplo, planificar o tomar decisiones.
Juegos para ejercitar la atención








Habilidades Viso Espaciales
Las habilidades viso espaciales son aquellas que nos permiten reconocer y discriminar, por medio de la vista, la posición relativa de los objetos (arriba, abajo, a la derecha o a la izquierda) con respecto a uno mismo.
Están presentes en nuestro diario vivir y son necesarias para manejarnos eficazmente en relación a nuestro entorno.
Para lograr este trabajo, nuestro cerebro realiza dos procesos:
- Analizar la forma de los objetos que tenemos enfrente
- Evaluar sus cualidades espaciales (tamaño, ubicación, orientación)
Su trabajo conjunto, nos posibilita una visión integral de lo que presenciamos, permitiéndonos analizar, comprender y manejar el espacio.
Juegos para ejercitar la viso espaciales




Reconocimiento o gnosias
La gnosias es la capacidad que tiene nuestro cerebro de reconocer información previamente aprendida. De esta manera puede interpretar y asignar un significado a la información que capta a través de los diferentes sentidos: tacto, vista, olfato, gusto y oído.
Es importante que esta información que recibimos, de forma fragmentada por parte de nuestros sentidos, tenga un tratamiento integral. La gnosias cumple con reunirlos y atribuirles un significado. Además, hace que se consolide y pase a la memoria a largo plazo.
Hay gnosias para cada uno de los canales sensitivos y gnosias que combinan diferentes canales.
- Gnosias visuales: capacidad de reconocer, de manera visual, diversos elementos y atribuirles significado: objetos, caras, lugares, colores, etc.
- Gnosias auditivas: capacidad de reconocer, de manera auditiva, diversos sonidos.
- Gnosias táctiles: capacidad de reconocer, mediante el tacto, diversos objetos, texturas, temperaturas, etc.
- Gnosias olfativas: capacidad de reconocer, mediante el olfato, diversos olores.
- Gnosias gustativas: capacidad de reconocer, mediante el gusto, diversos sabores.
- Esquema corporal: capacidad de reconocer y representar mentalmente el cuerpo como un todo y sus diversas partes, desarrollo de los movimientos que podemos hacer con cada una y orientación del cuerpo en el espacio.
Por ejemplo, gracias a su funcionamiento podemos reconocer los rostros de nuestros familiares, distinguimos la música del ruido, reconocer un objeto y entender para que sirve (una taza, un gorro, una cuchara, un lápiz, un pantalón), identificar una canción, entre muchas más.
Juegos para ejercitar las gnosias




Funciones ejecutiva
Las funciones ejecutivas nos permiten razonar. Ellas nos permiten analizar una situación, nueva o compleja, y la información que nos entrega. A través de ellas, diseñaremos una respuesta y la conducta asociada a la misma.
Ejemplo de lo anterior, lo encontramos al conducir nuestro automóvil, al cocinar una receta, planificar un viaje, etc
Dependiendo del modo en que procesemos la información, las principales habilidades cognitivas vinculadas a las funciones ejecutivas son:
- Memoria de trabajo: es la capacidad de almacenamiento y procesamiento simultáneo de la información, permitiéndonos retener, durante un corto periodo, los elementos que necesitamos para realizar una tarea.
- Planificación: nos permiten establecer objetivos y generar una secuencia de tareas para lograr nuestras metas.
- Razonamiento: nos permite interconectar, comparar ideas entre sí, lo cual nos permite llegar a conclusiones que, de acuerdo a nuestra lógica, son lo más correctas posibles.
- Flexibilidad: nos permiten modificar y adaptar nuestra manera de pensar y de actuar, en función del contexto en el que nos encontramos.
- Inhibición: nos permite ignorar toda aquella información y estímulos, que resultan irrelevantes para la realización de la tarea que estamos ejecutando.
- Toma de decisiones: nos permiten elegir, entre diversas alternativas, cual es la mejor opción frente a la situación que debemos resolver.
- Estimación temporal: estimar cuánto tiempo tenemos para realizar la actividad o calcularlo frente a un suceso.
- Ejecución dual: llevar a cabo dos tareas en paralelo, prestando atención a ambas.
- Multitarea: Organizar, programar y distribuir tareas, con el objeto de saber cuándo iniciarlas y finalizarlas y medir su estado de avance.
Juegos para ejercitar las funciones ejecutivas








Orientación
La orientación es la función cognitiva que nos permite ser conscientes de nosotros mismos, en qué situación nos encontramos espacial como temporalmente, el contexto que nos rodea en un momento determinado.
Un deterioro en su funcionamiento afectará directamente nuestras posibilidades de mantenernos independientes y autónomos.
La orientación la podemos clasificar en tres grupos:
- Orientación personal: capacidad de integrar información relativa a la historia e identidad personal.
- Orientación temporal: capacidad de manejar información relativa al día, hora, mes, año, momento de realizar conductas, la rutina diaria, festividades, estaciones, etc.
- Orientación espacial: capacidad de manejar información relativa a de dónde viene, dónde se encuentra en un momento específico, a dónde va, etc.
En definitiva, nos posibilita interactuar con el mundo que nos rodea.
Conclusión
El aprendizaje es un proceso fantástico y extraordinariamente complejo, que nos acompaña a lo largo de toda la vida.
Nuestro cerebro es un órgano asombroso.
Su dinamismo nos permite adecuarnos a diversas situaciones y comprender las múltiples informaciones que recibimos.
Sin embargo, su agilidad está limitada no solo por la edad, también por una falta de estimulación que lo fortalezca.
Por tanto, como el cerebro responde positivamente a la ejercitación a nivel cognitivo, se justifica plenamente la elaboración de programas de estimulación cognitiva y la participación en ellos.
Lo anterior es un factor prioritario en la población de adultos mayores.
La estimulación cognitiva fomenta en ellos un desempeño más autónomo y funcional, lo cual impacta positivamente en su calidad de vida.