Cómo trabajar la autoestima con adultos mayores
Tener una buena autoestima nos permite desarrollarnos. Para un adulto mayor, le permite vivir un envejecimiento activo y satisfactorio. Por eso es necesario observar cómo están, que sienten frente a sus experiencias y su entorno, es el primer paso. Te invitamos saber más.

La autoestima es un factor psicológico importante en la vida de cualquiera de nosotros. Y es en la vejez donde puede tener una mayor incidencia.
Saber cómo trabajarla con adultos mayores tendrá un beneficio directo en su calidad de vida.
Las probables pérdidas de autonomía o de funcionalidad son factores que influyen en su pérdida por parte de una persona mayor.
Ellas provocan la aparición de problemas de salud mental, salud física y de relaciones sociales.
¿Qué es la autoestima?
La autoestima es la percepción o juicio, positivo o negativo, que realiza una persona de sí misma, en función de su evaluación y según sus pensamientos y experiencias.
También depende de en qué medida nos sentimos valorados, amados y aceptados por los demás.
Una autoestima sana comporta que la persona se sienta bien consigo misma, valorando lo que hace, cómo lo hace y cómo la hace sentir.
En cambio, una persona con problemas de autoestima tenderá a sentirse que no le gusta a nadie, que no tiene ningún reconocimiento por parte de las demás personas o que no son buenos en nada.
La vejez puede provocar que la autoestima de la persona caiga, debido a las posibles pérdidas de capacidades, tanto funcionales como cognitivas y sociales.
Problemas de autoestima con personas mayores
Son varios los problemas o factores que pueden hacer que una persona mayor tenga poca autoestima.
Estos factores son de diversa variedad y afectan a las tres dimensiones del ser humano: física, cognitiva y social.
Pérdida de autonomía: Sufrir una secuela de una enfermedad, o sufrir una enfermedad crónica, provoca una bajada de nuestro amor propio y nuestra autoimagen.
Dificultades sensoriales: Pérdida de visión, audición o del resto de sentidos, provoca que la persona no sienta la vida como antes, y esto le haga sentirse poco útil o que precise ayuda.
La soledad: Perder a los seres queridos (familia, amistades, animales de compañía) mezclado con no realizar relaciones sociales nuevas, conlleva a sentir una sensación de abandono.
Solvencia económica precaria: tener bajas pensiones o pasar dificultades económicas, añadido al hecho del retiro y limitaciones físicas, dan una imagen de no ser útil, de no valer mucho.

¿Qué síntomas pueden avisarme de que tienen la autoestima baja?
A menudo, las personas no somos conscientes de cómo estamos.
Estar atento a diferentes signos producidos por una baja autoestima, nos pueden ayudar a remediar y evitar males mayores.
Tristeza: Sentirse con el ánimo inestable, a ratos triste a ratos enojado, sentir nostalgia del pasado en desmesura, facilita a ver el futuro sin demasiada esperanza.
Sensación de incompetencia: Sentir que no se sirve para nada, que no es útil es uno de los síntomas más claros de sufrir una muy baja autoestima.
Miedos: Tener miedo puede ayudar a superar retos, pero sentir miedos que bloquean la voluntad o las acciones de una persona suele ser un signo de algo no está bien.
Fijarse excesivamente en el físico: No sentirse a gusto consigo mismo, comporta una afectación de su autoimagen.
¿Por qué es importante la autoestima en un adulto mayor?
La autoestima tiene un papel muy importante en cómo nos sentimos y realizamos nuestros actos.
Está relacionada con lo mucho o poco que nos sentimos realizados en nuestra vida.
Para una persona mayor, tener una buena autoestima, lleva a poder disfrutar de la última etapa de la vida en todas sus facetas.
Les permite pedir ayuda, mantener relaciones sociales, antiguas y nuevas, y sobreponerse a posibles adversidades.
En estos tiempos donde hemos sufrido los embate de una pandemia, que provocó tantas restricciones en las relaciones sociales, es muy necesario que la gente los adultos mayores trabajen y cuiden su autoestima para poder vivir plenamente su vejez.

Ideas para ayudar a mejorar la autoestima con adultos mayores
Siempre lo primero es realizar una consulta a un/a profesional para poder determinar claramente el problema y encontrar soluciones específicas para la persona concreta.
Sin embargo, podemos realizar acciones que pueden ayudar:
- Realizar ejercicio físico. Siempre adaptado a sus posibilidades, con objetivos alcanzables.
- Mantener relaciones sociales, tanto con personas conocidas como nuevas.
- Mantenerse activo cognitiva. Cultivar sus aficiones es una alternativa para lograrlo y que conlleva a disfrutar de buenos momentos.
- Pasar muy buenos momentos, distraerse.
Conclusión
Hacerle ver su valía, a pesar de tener algunas dificultades, es el primer paso.
Es importante fomentar su autonomía el mayor tiempo posible, como su capacidad de decisión.
Por último, recordar que una persona mayor no es un niño, y hay que respetarlo como se respeta a un adulto.
Ofrecer nuestro soporte sin sacar su capacidad de decisión.