¿Qué es la estimulación cognitiva?
La estimulación cognitiva tiene por finalidad mantener activo nuestro cerebro. Conservarlo activo tiene muchos beneficios, pero lo más importante es que promueve un envejecimiento activo y saludable.

La estimulación cognitiva es la realización de un conjunto de técnicas y ejercicios que apuntan a mantener y mejorar las funciones cognitivas de nuestro cerebro.
Estas funciones cognitivas son los procesos mentales que nos permiten captar, procesar y elaborar la información que recibimos de nuestro medio.
La memoria, el lenguaje, la atención, las funciones ejecutivas, las gnosias, entre otras, nos permiten tener un rol activo en los procesos de interacción, percepción y comprensión del entorno lo que le permite desenvolverse en el mundo que le rodea.
¿Por qué realizar estimulación cognitiva?
Como sabemos, conforme avanzamos en años, nuestro organismo sufre cambios externos e internos.
Estas variaciones también afectan a nuestro cerebro. Sus capacidades cognitivas se van debilitando.
Sin embargo, a pesar del avance del tiempo, podemos mejorar nuestro rendimiento intelectual.
La psicóloga clínica Ximena Puig, señala en las Cartillas Educativa para Calidad en la Vejez, publicadas por la Pontificia Universidad Católica de Santiago de Chile, indica:
“A lo largo del proceso de envejecimiento, se puede optimizar el rendimiento intelectual, a través del mejor uso de la redes neuronales existentes, así como también se pueden generar nuevas conexiones neuronales. La clave para que esto ocurra es la estimulación cognitiva”
Una estimulación constante, nos ayudará a conservar nuestras capacidades cognitivas existentes, aminorando el deterioro que se produce con el natural avance de la edad.
Un concepto denominado plasticidad cerebral propone que nuestro cerebro tiene la capacidad de modificarse con el aprendizaje. Esta condición de transformación y de adaptabilidad, a las circunstancias que se le presentan, le otorga la flexibilidad para cambiar su organización estructural y funcional en conformidad a las necesidades que se presenten.
Sobre esto, la psicóloga Ximena Puig añade:
“La plasticidad cerebral y cognitiva puede darse a cualquier edad, en cualquier etapa de la vida y la vejez no es una excepción. Se puede aprender e incluso mejorar el rendimiento, a partir del entrenamiento de las habilidades cognitivas. Se ha confirmado que el resultado de este proceso de preparación se mantiene en el tiempo y los avances son acumulativos”
¿Pero, qué son las funciones cognitivas?

Las funciones cognitivas son los procesos mentales que nos posibilitan llevar a cabo cualquier tarea y desenvolvernos en el diario vivir.
Ellas tienen un papel activo en los procesos de recepción, selección, transformación, almacenamiento, elaboración y recuperación de la información.
El trabajo conjunto de la memoria, las gnosias, las funciones ejecutivas, las praxias, el lenguaje, la cognición social y las habilidades viso espaciales nos facultan leer, escuchar música, entablar una conversación, estudiar, trabajar y más.
Las funciones cognitivas, aunque diferentes entre sí, trabajan en conjunto. Se necesitan unas a otras para cumplir con sus labores.
¿Cuáles son las funciones cognitivas más importantes?
Memoria: es el proceso cognitivo que nos permite almacenar la información.
Atención: su objetivo es seleccionar la información y separar aquella que nos es útil de aquella que no lo es.
Funciones ejecutivas: son necesarias para planificar, organizar, guiar, revisar, regularizar y evaluar el comportamiento que requerimos para adaptarnos positivamente al entorno y poder alcanzar objetivos.
Viso espacial: nos permiten tenemos consciencia de nuestra posición en el espacio en relación con otros objetos analizar
Gnosias: esla capacidad de reconocer información previamente aprendida a través de nuestros sentidos: la vista, el oído, el olfato, el gusto o el tacto.
Lenguaje: es la capacidad para comunicarnos y relacionarnos con otras personas. Con esta función desarrollamos nuestros pensamientos, interpretamos lo que nos dicen y transmitimos nuestros mensajes a los demás.
Estimulación cognitiva en el adulto mayor

Como señalamos anterior mente, con el paso normal de los años, nuestro organismo cambia. Este proceso es distinto en cada persona, en algunos es más rápido en otros es más lento.
Normalmente, presenciamos esta disminución en nuestra capacidad para escuchar, en la vista, en la movilidad, la atención y la memoria, entre otras.
Los cambios que se producen a nivel cognitivo pueden ser consecuencia del paso de los años, pero también pueden provenir de una enfermedad neurodegenerativa: demencia tipo Alzheimer, vascular o cuerpos de Lewy.
Sobre esto, la psicóloga Ximena Puig añade:
“Esto afectaría directamente el funcionamiento cotidiano, la conducta y estado de ánimo de los adultos mayores sanos, con demencia leve, moderada o incluso con demencia severa”
Por tanto, para adultos mayores que no tengan algún trastorno concreto, como aquellos que padecen de alguna enfermedad que perjudique sus capacidades cognitivas, es oportuno plantear la alternativa de participar de programas de estimulación cognitiva.
La finalidad es mejorar, mantener o rehabilitar las funciones cognitivas que nos permiten mantener una calidad de vida adecuada.
Conclusión
Recordemos que nuestro cerebro, al igual que los músculos, necesita entrenamiento.
Por eso, debemos entender que la estimulación cognitiva dirigido a personas mayores, o nosotros mismos, busca la mejora de la calidad de vida.
Porque una calidad de vida adecuada considera el entorno de la persona y sus prioridades.