5 dinámicas de presentación para utilizar en talleres y grupos de adultos mayores
Cuando no conoces al otro es normal tener una resistencia inicial a generara lazos. Si lo llevamos a un taller o grupo de adultos y adultos mayores, les cuesta involucrarse a las actividades. Sin embargo, podemos facilitar la participación, llevando a cabo algunas dinámicas de grupo, que ayuden a la comunicación y venzan esas resistencias a colaborar.

Por lo general, cuando tenemos la oportunidad de conocer gente nueva, nuestro contacto con el otro es bastante superficial. Sin embargo, cuando desarrollamos un taller deseamos existan relaciones más fluida entre quienes participaran.
Normalmente cuando llevamos a cabo un taller, nos encontramos por lo general con que varios de los participantes no se conocen.
Conocer a alguien desde cero es más difícil de lo que parece. Si eso agregamos que si el otro o nosotros mismos somos personas tímidas, se vuelve intimidante.
Entonces ¿cómo hacer frente a esta situación cuando realizamos un taller?, pues bien, realizar diferentes dinámicas de presentación nos será de utilidad.
¿Qué se entiende por una dinámica de presentación en un taller?
Son diferentes métodos que facilitan, por un lado, el contacto inicial, y por otro, la interacción entre los participantes de nuestro taller o grupo.
Con ellos buscamos que posteriormente, entre los participantes, se puedan establecer conexiones más sólidas y duraderas.
Es normal que una dinámica de presentación tenga cierto componente lúdico. La idea es que establezcamos un clima emocional positivo entre todos los que participan, para facilitar el aprendizaje y la relajación de los participantes.
Es importante tener en cuenta que la eficacia de este recurso no solo está relacionada con la práctica en sí, sino que estará condicionada por una gran variedad de factores. Entre ellos podemos encontrar:
- El contexto
- La situación y el momento en que se llevan a cabo
- La forma de acercarse a quienes los van a realizar
- El nivel de relación de la dinámica en cuestión con los objetivos a alcanzar
- La experiencia de quien la pone en marcha o la adapta a las capacidades
- Motivaciones e incluso a la personalidad de quienes la van a realizar
Las dinámicas son útiles y aplicables en cualquier instancia educativa. Esto también se aplica cuando trabajamos con adultos y adultos mayores. Porque con ellas ofrecemos la posibilidad de que los participantes contribuyan activamente con los objetivos del aprendizaje.
Además, el contacto social posibilita entrenar nuestras habilidades sociales Incluso puede ocuparlas para estimulación cognitivamente, cuando las dinámicas requiere utilizar la memoria y la atención (entre otras funciones cognitivas).
5 entrenida dinámicas de presentación para tus talleres con adultos mayores

El Fósforo
En esta dinámica haces rotar una caja de fosforo entre los participantes. Cada uno de prender uno y mientras se consume, antes de quemarse los dedos, tienen que dar algunos datos particulares sobre ellos mismos. Estos pueden ser, por ejemplo, su nombre, lugar en donde nacieron y razón de la presencia en el grupo o sus aficiones, entre otros
El bastón parlante
Para esta dinámica, todos deben estar de acuerdo en que quienquiera que tenga el bastón de hablar, puede hacerlo sin interrupción. El bastón puede ser cualquier objeto que decida el grupo, siempre que sea neutral y que a todos acomode.
Cada vez que alguien termina de hablar, el bastón debe volver a colocarse en medio del grupo. No debe entregarse a nadie. Tal vez suene simple, pero en la práctica, este es un método poderoso para crear una comunicación y comprensión profundas.
El refrán
Esta dinámica consiste en usar varios refranes o dicho populares, los cuales dividirás en dos partes. Su objetivo es ayudar a la integración de todas las personas a la vez. Suavizando la resistencia de tener que hablar sobre si mismos ante todo el grupo
Por ejemplo, utilicemos el siguiente refrán: “En boca cerrada, no entran moscas”. En una tarjeta escribes: “En boca cerrada…” y en otra “no entran moscas”. Una de las tarjetas se la pasas a un integrante y la otra a otro. Dependiendo de la cantidad de participantes será la cantidad de refranes.
El objetivo es que cada miembro del grupo busque a quien tiene la otra mitad. Una vez que lo logre, deben presentarse. La idea es que conversen sobre ellos mismos, conozcan su nombre, de dónde son, porque vinieron, que han hecho, que les gusta.
¿Te quedas de pie o sentado?
Este juego proporciona información valiosa sobre los miembros de tu taller, al mismo tiempo que les da la oportunidad de estirar las piernas.
Haz que todos en tu audiencia se pongan de pie. Luego plantea preguntas de una en una. Las respuestas de los participantes a estas preguntas determinarán si se paran o se sientan.
Por ejemplo, supongamos que preguntas relacionados con su barrio o sector. Una vez que todos se hayan puesto de pie, comenzaría preguntando algo como: «Siéntate si no viviste de niño o adolecente en este barrio».
A partir de ahí, puede seguir reduciendo su grupo diciendo: «Manténgase de pie si sabes cual la panadería más antigua de aquí” y así sucesivamente hasta que solo unas pocas personas, o solo una persona, permanezca de pie. En ese momento, podría ofrecer un premio o un aplauso.
Me identifico con…
Pídales a sus asistentes con anticipación que traigan un pequeño artículo personal. Durante su sesión, deje que todos [en un grupo pequeño] expliquen por qué trajeron ese artículo. La idea es que nos cuenten porque es importante para ellos.
Puede hacer lo mismo pidiéndoles que traigan una canción. Esta es una actividad perfecta para facilitar las presentaciones personales dentro de un grupo, especialmente cuando todos son nuevos.
Conclusión
Lo novedoso y desconocido provoca resistencia. Por eso cuando planificamos un taller que trabaja con adultos o adultos mayores, es importante que fluya con facilidad el contacto entre ellos.
Actividades y juegos en que los asistentes al taller compartan sus experiencias personales, contribuye a una experiencia interactiva.
No solo eso, cuando somos capaces de fomentar el intercambio de experiencias y conocimientos, también nos desarrollamos como individuos